Cuatro años sin tí.

Y ya van cuatro. Cuatro años desde que no estás aquí, cuatro años desde que te fuiste para siempre sin poder decirte “hasta luego” sin poder abrazarte y besar tu mejilla. Cuatro años desde que no oigo, ni te oigo cantar. Desde aquel momento todo ha cambiado para mí, yo he cambiado. Desde aquel momento aprendí a llevar mis lágrimas dentro a no dejarlas salir. Aprendí a ser más fuerte y observar todo a mí alrededor descubriendo que el más mínimo detalle me hace sonreír. 

Cuatro años en los que he aprendido miles y miles de cosas pero tú no estás aquí para poder enseñártelas todos. Pero sé que donde quiera que estés, me observas cada día, me cuidas y me proteges. Que estás a mi lado, aquí en mi corazón te siento presente cada día. 

Sueno contigo ¿Sabes? Muchísimas veces me he despertado en medio de la noche sobresaltada porque en mis sueños te había visto y parecía todo tan real. Pero cuando despertaba tu ya no estabas todo se había esfumado, tan solo me quedaba tu recuerdo con tu voz y sonrisa. 

Nunca te lo había dicho, jamás me atreví y no supe el porqué. Pero te digo que te quiero con toda mi alma, que fuiste y serás siempre la mejor abuela del mundo, jamás te olvidaré, siempre ante cualquier situación te tengo presente y siempre serás esa abuela a la que tanto aprecio le tengo. 

Que rápido pasa el tiempo, cuatro años ya… Como desearía en estos momentos oír tu voz dándome ánimos y diciendo que todo saldrá bien. 

Recuerdo cuando venias a mi casa y siempre me preguntabas si tenía novio y tú me decías que me lo buscara guapo y que me quisiera por encima de todo. Cada uno de esos momentos contigo los tengo grabados en mi mente y en mi corazón, porque tú, has sido mi ejemplo a seguir, has sido, eres y serás mi HEROÍNA. Tú me has enseñado a ser buena persona, a ser amable en la vida, a ayudar a los demás siempre que se pueda. Porque estoy orgullosa de ser tu nieta y de oír tu nombre y poder decir “Esa fue y es mi abuela”. 

Porque aunque hayan pasado cuatro tú sigues estando aquí conmigo cuando pongo la mano en mi pecho te puedo sentir. Porque aunque hayan pasado cuatro años sigo siendo tu nieta de trece años aquella pequeña niña indefensa a la que tanta falta le hacías. Sigo siendo yo pero mira como he crecido sigo tu camino el camino de mi heroína, de mi abuela. 

Te quiero por siempre tu pequeña.