Ya falta menos para que haga cuatro años de aquel dia, el dia en que todo pasó en que te marchaste para siempre, sin poder despedirme de ti, sin poder darte un abrazo de esos que tanto me gustaban o una simple sonrisa de las tuyas, que podía alegrarme los días.
Eras tan imprescindible para mi, mi segunda madre la que siempre me cuidaba, sabes? A veces vienen a mi cabeza esas palabras que me decias de pequeña cuando no me sonaba los mocos “voy a coger dos ladrillos y te sonaré con ellos” me reia tanto cada vez que oia esa frase. Pequeños detalles que hacen que te vea por cada sitio que paso. Cada palabra me recuerda a ti, pequeños gestos, cada vez que voy a una clase de baile, pienso en ti, porqué eras tu quien me animaba cuando salía al escenario a bailar quien después con esa magnifica sonrisa, me decía que me había salido genial la actuación y yo te abraza y ya estaba contenta, porqué tu estabas a mi lado. Esos pequeños detalles son los que ahora hecho tanto en falta, porqué ya no estás aquí, y se que no volverás, pero también se que donde quiera que estés me cuidas cada dia que pase y me proteges, estás cuidando de mi.
Sabes? He pasado de curso, si si, tu pequeña nieta se hace cada dia mas grande, pero dentro de mi, sigo siendo esa pequeña a la que le encantaba pasar horas contigo, quien de pequeña se divertía pasando horas con su abuela. Ya soy casi mayor de edad, pero la edad tan solo es un misero numero, dentro sigo siendo tu pequeña nieta, indefensa y desprotegida, que te echa tanto de menos.
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